Por: Pbro. Diego Yael Diaz Velasco.
La liturgia de este tiempo nos invita a la penitencia, por ende, la música debe ir de acuerdo a ese espíritu. El papa Pío XII quiso destacar este elemento al prohibir el uso de los instrumentos musicales en Cuaresma (De Música Sacra 81). Músicam Sacram 66 los permitió, pero sólo "para sostener el canto", es decir, para acompañar las voces. En el Monasterio Carmelita San José el uso del órgano está restringido en la Cuaresma: la organista acompaña las voces haciendo la melodía sin acompañamiento. Recuerdo en mis años de seminarista que en Cuaresma no se tocaban instrumentos musicales: los cánticos eran "a capella", excepto el cuarto domingo de Cuaresma (domingo pre-pascual conocido como "Domingo Lætare") y en las solemnidades de San José y de la Anunciación.
No es mala idea emular esta práctica: ¿por qué no suprimir los instrumentos musicales en la Cuaresma (o al menos reducirlos al mínimo)? Entonces cuando llegue la Pascua: ¿qué diferencia habrá?
Se compartía en el encuentro de coros para el tiempo de cuaresma que a los ministerios musicales de las parroquias que redujesen los instrumentos musicales a una sola guitarra durante el tiempo cuaresmal ya que es un tiempo de silencio en el camino de conversación.
Que la percusión y demás instrumentos se usasen sólo en el cuarto domingo de Cuaresma. Ya en la Pascua, en la Vigilia Pascual, con el cántico del Gloria retomamos los instrumentos musicales. Y me preguntó: "¿y aceptaron?", a lo que respondí afirmativamente. ¿Qué diferencia se está comunicando y viviendo desde el ámbito musical si usamos los mismos instrumentos, los mismos cánticos en la Cuaresma, en la Pascua y en el Tiempo Ordinario? Los verdaderos ministros (=servidores) de música deben saber y entender que están realizando un ministerio (=servicio) litúrgico en función de la liturgia, no de ellos mismos. Por ende no deben sentirse "ofendidos" o "heridos" si se les pide no tocar sus instrumentos musicales en Cuaresma. Su servicio musical sería más notable cuando se adecúa a los tiempos y celebraciones litúrgicas.
El reducir al mínimo o eliminar en la medida de las circunstancias los instrumentos musicales durante la Cuaresma sería un gran valor que comunicaría penitencia y austeridad, y contrastaría magistralmente con la alegría pascual, muy bien representada por los instrumentos musicales. Pensemos en el asunto y ojalá podamos mejorar nuestra calidad ministerial (=de servicio) en nuestras comunidades a través de un recto servicio musical y litúrgico.
Algunas recomendaciones litúrgico-musicales para la Cuaresma:
1. La temática de los cantos procesional es (entrada, ofrendas y comunión), debe tratar de la temática del tiempo: la conversión, el perdón, misericordia, ayuno, arrepentimiento, el desierto, etc.
2. Tener en cuenta las indicaciones litúrgicas: se omite el Gloria a Dios en el cielo y el Aleluya. Éste último se sustituye por alguna de las aclamaciones que indica el Misal Romano: "Honor y Gloria a ti Señor Jesús”.
3. El sonido de los instrumentos sólo está permitido para sostener el canto, por lo que se omiten los solos musicales, introducciones, preludios, marchas, etc.
¿Ya estás listo para la Cuaresma?
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