NotiDiócesis - Durante dos días, el Seminario de Torreón fue sede de la “Reunión Provincial de Sacerdotes de 0 a 15 Años de Ordenación”, un encuentro cuyo objetivo fue fortalecer la unidad de la provincia y abordar los desafíos que enfrentan los sacerdotes jóvenes ante los contextos actuales y la evolución de las culturas e ideologías. Esta iniciativa fue organizada por la Comisión del Clero a nivel provincial, con la participación de sacerdotes de las diócesis de Durango, Torreón y Gómez Palacio.
La temática de este año se centró en el discernimiento de la humanidad del sacerdote. Monseñor Armando Pérez Talamantes, obispo auxiliar de Monterrey, dirigió el encuentro, enfatizando la importancia de valorar lo que Dios ha otorgado a cada uno, reconocer las propias limitaciones y saber cuándo pedir ayuda. Los participantes reflexionaron sobre la necesidad de trabajar en equipo, reconocer su propia humanidad y encontrar en la fraternidad sacerdotal un espacio de apoyo y orientación en el ejercicio de su ministerio.
La jornada incluyó una misa especial el miércoles por la tarde, presidida por Don Martín, obispo de Torreón, quien agradeció el encuentro e invitó a los sacerdotes a reflexionar sobre la vocación desde una perspectiva antropológica. En sus palabras, el obispo subrayó la importancia de que los sacerdotes jóvenes encuentren en esta reunión un espacio para nutrir su vida espiritual y comunitaria.
Este formato de reunión provincial comenzó el año pasado, limitado a sacerdotes con menos de cinco años de ordenación, pero este año se amplió a los primeros 15 años de ministerio, con una orientación hacia las necesidades humanas que surgen con el paso de los años. La Comisión del Clero planea continuar con estos encuentros anualmente, y aunque la sede del próximo año aún no se ha definido, ya se considera la posibilidad de convocar a sacerdotes mayores para abordar sus propias necesidades y desafíos.
Este espacio de reflexión y fraternidad representa una respuesta concreta a las demandas del ministerio en la actualidad, permitiendo a los sacerdotes fortalecer su vocación y afrontar los retos de la vida sacerdotal en unidad.
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